Inocentemente pensé que sería muy nutritivo y muy saludable hacerme un jugo de betabel o remolacha, como le llamamos en la península de Yucatán. Lo que no sabía es que este verdura contiene altos niveles de azúcar. Además, se recomienda cocerla para aminorar este impacto, precisamente.
Hacer el jugo de remolacha fue un verdadero show, ya desde
ahí debí haber advertido que algo andaba mal, pero no supe interpretar las
señales que me mandaba la vida.
Cuando vi salir del extractor las primeras gotas del jugo
casi me desmayo porque esto es lo más parecido a la sangre: densa, espesa...
Por momentos me sentí en la cocina de Drácula. Además como no cocí los
betabeles estaban duros y me costó trabajo triturarlos. Un show, repito.
Total que me serví un tremendo vaso y le di los primeros
sorbos. mmmmm... Qué rico!!! Me tomé fotos porque pensaba recomendarlo
ampliamente ¡¡¡NOOOOOO!!! Nunca lo hagan por el amor de Dios, sentí que todo me
dio vueltas y se me revolvió el estómago...
Fue hasta entonces que consulté en internet y me di cuenta
de la barrabasada que había cometido. Es como si me hubiera tomado seis Red
Bull juntos. Por supuesto no me terminé el juguito y solo espero que mi
sacrificio (idiotez) les haya servido de algo.
Francisco Verdayes Ortiz
fverdayes@hotmail.com
fverdayes@hotmail.com
Cancún, Q.Roo, Méx.
21 de febrero de 2013
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