Entradas populares

martes, 12 de marzo de 2013

¿GRINCH O UN VIL AMARGADO?



Se acerca diciembre y empieza mi martirio… Se supone que diciembre es un mes bello por todo lo que representa; bueno, lo que supuestamente debe representar que es el nacimiento del niño Jesús, pero créanme que eso es en lo que menos piensa la gente.

Diciembre es el mes del compra, compra, compra, del gasta, gasta y gasta, y del come, come y come, y sigue gastando, pues tendrás once meses para pagar.

Para mí no existe nada más terrible que ir a la plaza y escuchar por todos lados villancicos (yo le digo cancioncitas) que ni siquiera son nuestras, que no forman parte del entorno, de nuestra cultura y de nuestra identidad, con imágenes de un invierno nevado que no tenemos en esta tierra tropical; con árboles de pino que ni en sueños aparecen en la costa, y ver por todos lados anuncios de ventas.

Ahora que, si te quedas en casa, peor tantito. Los comerciales televisivos te hacen sentir una cucaracha miserable porque no tienes para comprar un carro de méndigos 200 mil pesos, una ganga.

Para donde voltees todo te indica que tienes que sacar la cartera y pagar, pagar, pagar. En el trabajo o en la escuela; incluso en la casa, hay intercambios de regalos, y hay que entrarle.

Diciembre es el mes de las Posadas y las cenas de Navidad y de Año Nuevo, más la rosca del Día de Reyes que ya desde ahorita debes considerar. Luego, al final de la temporada decembrina, te darás cuenta que con tu aguinaldo sólo pagaste –en el mejor de los casos– el 50 por ciento de tu añeja deuda, cuyo saldo se sumará a los gasto del nuevo invierno, porque resulta que te compraste toooodooo lo que más querías y encima recurriste a las tarjetas de crédito pues no te alcanzó el efectivo.

¿Qué pasa cuando decides que lo primero que saldrá de tu cartera será el pago de las deudas; las reparaciones que se requieren en la casa, la compra de seguros médicos y de vida? ¿Qué pasa si decides hacerte los estudios clínicos que tanto necesitan tú o tus hijos? ¿Y si en vez de comprar un coche reparas el que tienes? ¿Qué pasa si de pronto no le entras al intercambio de regalos y no asistes a todas las posadas habidas y por haber?

Si esto ocurre, brother, no existe la menor duda: ¡Eres un Grinch, un amargado, un antisocia!!!

Francisco Verdayes Ortiz
fverdayes@hotmail.com
Cancún, Quintana Roo, México
23 de octubre de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario